martes, 14 de noviembre de 2017

Trastornos de la deglución: DISFAGIA

¿Qué es la disfagia? Es la afección que implica la progresión dificultosa del bolo alimenticio de la boca al esófago.
La disfagia puede afectar a una o varias fases de la deglución, bien sea a nivel orofaringeo, esofágico
En función de cuál sea su causa podemos hablar de disfagias neurogénicas o de nivel orgánico.
En lesiones pediátricas, son muchas las enfermedades que dan lugar a déficit en el proceso de maduración de la alimentación; citamos aquí unas de las mas comunes: Una succión que persiste en detrimento de la masticación, lentitud de la deglución, falsas vías alimentarías, obstrucción de la parte oral por la saliva, incompetencia del velo del paladar, reflujo gastroesofágico, lentitud de la digestión y del vaciamiento gástrico y falta del desarrollo de las praxis linguales.


¿Cuál es nuestra labor?
-Si existe una asimetría facial, y el cierre de los labios es asimétrico, la estimulación debe reforzarse más en el lado afecto.
-Dificultad de apertura bucal. Se procura insensibilizar este reflejo de mordedura. Para ello se intenta deslizar poco a poco un dedo en el interior de la boca colocándolo primero entre la encía y la mejilla y, a continuación, entre las encías superior e inferior, preparándose para sacarlo rápidamente.
-Cuando es capaz de controlar la apertura bucal hay que analizar que la capacidad de succión no desencadene un nuevo cierre reflejo.
-Dificultad para mover la lengua. La elevación del tercio posterior de la lengua se consigue presionando con el dedo índice hacia abajo y hacia atrás, en el tercio anterior de la lengua.
Cuando la lengua se encuentra pegada al paladar se intenta deslizar la tetina, o el dedo, entre el paladar y la lengua. La movilidad lateral de la lengua se estimula realizando vibraciones con el dedo medio en la parte inferior lateral de la lengua.
-El fisioterapeuta debe intercalar la vibración con la estimulación del cierre de los labios para que el niño tenga la posibilidad de deglutir.
-Existen otros problemas como el ahuecamiento inadecuado de la lengua o una coordinación imperfecta, la solución es introducir los alimentos en la boca a mayor profundidad.
Más adelante se va acercando, de forma progresiva, al orificio de la boca,.
Si la elevación de la lengua es insuficiente, el fisioterapeuta puede pegar en el paladar del niño alimentos como chocolate o mermelada que el niño buscará automáticamente.
No hay que olvidar que, cada poco tiempo, se debe permitir al niño que degluta.
-Problemas en la coordinación succión-deglución-respiración.
La sincronización se ve favorecida por pausas respiratorias. La respiración y la deglución están íntimamente unidas. Para establecer un buen ritmo respiratorio es imprescindible realizar un buen trabajo de fisioterapia respiratoria (expansiones costales, técnicas de desobstrucción bucal,…La capacidad del fisioterapeuta para controlar tanto la función alimentaria como la función respiratoria le confiere un lugar preferente.
- Boca hipersensible. Con la mandíbula cerrada se golpean los labios del niño en dirección al cierre. Progresivamente se introduce un dedo dentro de la boca y se friccionan las encías. Poco a poco se adentra más abordando la lengua, la parte interna de las mejillas,...
-Trastornos de la masticación. El movimiento que se busca se realiza de arriba abajo en un plano frontal. Se puede utilizar un bizcocho tierno o patatas fritas, por ejemplo, debido a los efectos estimulantes del ruido y del sabor. El fisioterapeuta facilita el movimiento mediante un apoyo de abajo arriba sobre la mandíbula. Se induce el movimiento vertical combinado con el lateral, de manera rítmica, con el dedo medio y el pulgar colocados en oposición sobre la mandíbula.
-Estimular la deglución. La estimulación de la pared posterior de la faringe y de la base de la lengua son los puntos de partida para el estimulo del reflejo deglutorio.
El reflejo deglutorio se estimulará aplicando frío sobre los pilares anteriores de velo del paladar. Una deglución ruidosa puede ser signo de falta de coordinación.
Puede tener dificultad para deglutir por exceso de saliva en la orofaringe. Una técnica eficaz consiste en tirar de la mandíbula hacia delante, colocando el pulgar detrás de los dientes de la mandíbula inferior y el índice por debajo el mentón, ello permite tirar suave y progresivamente de la mandíbula hacia delante.
-Rehabilitación de las alteraciones en el tono y de la movilidad normal. Las técnicas de cinesiterapia aplicadas a nivel del sistema bucofonador permiten reforzar el control motor.
En el caso de las alteraciones del tono muscular será necesario normalizar el mismo de manera previa a la realización de las movilizaciones. La reeducación de la espasticidad o rigidez mediante maniobras de masoterapia (deslizamientos) y estiramientos muy suaves y lentos, procurando no estimular respuestas asociadas de hiperreflexia.
En el caso de disminución del tono se utilizaran maniobras más intensas de masoterapia y vibraciones manuales o instrumentales a distintos niveles: lingual, facial, mentón.

Conclusión.
El diagnóstico y tratamiento debe ser lo más precoz posible y adaptado a cada uno de los casos.
Evidentemente el abordaje de un proceso tan complejo y con tan importantes repercusiones para el niño ha de ser interdisciplinar (fisioterapeutas, logopedas, neurólogos, foniatras, otorrinolaringólogos, terapeutas ocupacionales, psicólogos, nutricionistas,...) y siempre contando con la colaboración y participación de la familia

https://www.efisioterapia.net/articulos/trastornos-la-deglucion-del-nino-evaluacion-y-tratamiento-fisioterapico

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Estudio Fisioterapia Pediátrica